No sé cuándo mis versos llegarán a tus manos
Poesía inédita de Luis Hernández Alfonso, escrita pensando en su esposa, María de los Dolores Rodríguez Cárdenas (1898-1994), y fechada en la Cárcel de Baza el 21 de mayo de 1939. Su manuscrito autógrafo se conserva en el archivo familiar y ha sido fotografiado por la profesora Aurore Ducellier, a quien va toda nuestra gratitud.
No sé cuándo mis versos – llegarán a tus manos
ni cuándo tu mirada – los acariciará.
Son tan ignotos siempre – los destinos humanos
que muere la esperanza – cuando naciendo está.
Mi vida se consume – sin norte ni sendero.
Quiero llorar contigo – y contigo reír.
O caer en la lucha – como cae el guerrero
o como los ilotas – en la calma vivir.
Renuncio a los laureles – que son premio y castigo
y al sendero glorioso – de la inmortalidad
si no he de recorrerlo – de la mano contigo
y ser tuyo en la dicha – como en la adversidad.
Cárcel de Baza – 21-V-39.
Buenas tardes: Preciosa poesía, de un sentimiento profundo que el autor expresa con su pluma magistral, divina… Versos que me llegan al alma y al corazón, tal vez, mucho más por ser el insigne Poeta de Buñol, mi pueblo.
Un abrazo.
Fina Simón
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Gracias una vez más, querida Fina, por tu apego a los versos de mi abuelo. Un fuerte abrazo desde Madrid para Buñol.
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Qué maravilla. Los versos de tu abuelo son fabulosos (estos y otros que leo en tu fantástico blog). Qué gran escritor, qué gran poeta. Son bellísimos. Hacen llorar de emoción, y de tristeza, pensando en las circunstancias en las que escribía, preso.
Muchísimas gracias por compartirlos.
Enhorabuena por ese trabajo tan bonito e interesante que haces en el blog.
Leonor Zozaya
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Muchas gracias a ti, Leonor, por leer estas poesías carcelarias de mi abuelo y por manifestar con tanta sencillez como sinceridad los sentimientos que en ti despiertan. Hernández Alfonso —nunca me cansaré de decirlo— fue siempre gran admirador, como bien sabes, de tu ilustre bisabuelo, cuyo galardón, el prestigioso «Premio Zozaya», por él recibido en 1930, significó su consagración como periodista y le abrió las puertas de la mejor prensa progresista de la época.
Un saludo muy cordial y emocionado, en el recuerdo de esas dos personalidades.
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